Vivir.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El hambre de la eternidad,
el suelo de la inconciencia
y el ansia de descubrir.

 

 

Cada día perseguir un sueño,
llorar y caerse,
reir y levantarse,
el brillo de una estrella,
el sol interrumpiendo el sueño
y el delirio del amor.

 

 

El tiempo que se escapa como agua que lucha entre las manos.
Dios escuchando los murmullos.
Todo eso que se vuelve igual que subir una montaña
y es tan solo vivir.

 

 

 

 

 

 

 

Daniela.